Envidia :

♚  Dicen que este es el único vicio no placentero y el único pecado que hace más mal a las personas que lo ejecutan que a quien lo recibe. La peor cualidad de este estado de ánimo consiste en que no se desea, propiamente, lo que gozan los demás, sino que el principal objetivo del envidioso es que otras personas no disfruten. Por esta razón, la envidia es una podredumbre del alma. Los ensayistas españoles del siglo XX, aseguraron que uno de los peores vicios de los hispanos era la envidia. Miguel de Unamuno decía: “La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual”. 
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♚  MÁS VALE SER ENVIDIADO QUE COMPADECIDO.
Refrán que nos dice que la envidia es mala y dañina para la persona que la sufre, no para la persona objeto de la envidia, pues la persona envidiada está en mejor situación que los demás.

  
  QUIEN NO CASTIGA AL MURMURADOR, CAUSA LE DA PARA SER PEOR.
El refranero aconseja reprender a los criticones y chismosos. El saber popular considera a estas gentes como nocivas y peligrosas, causa de malentendidos y disputas. Los “sacafaltas” provocan enfrentamientos entre familiares y amigos entrometiéndose en las vidas ajenas.. No en vano la palabra “chisme” tiene su origen en la palabra “cisma”, que significa división y enfrentamiento.

  
  EL GOLPE DE LA SARTÉN, SIEMPRE TIZNA Y NO HACE BIEN.
Expresa este refrán las consecuencias de la murmuración. Porque la crítica injusta y gratuita es siempre injuriosa y provoca daños morales irreparables. El chismorreo empaña la historia de las personas y no hay modo de salvar después la reputación. En el mismo sentido se dice: EL GOLPE DE LA SARTÉN, AUNQUE NO DUELE, TIZNA.

  
♚  VA LA PALABRA DE BOCA EN BOCA, COMO EL PAJARILLO DE HOJA EN HOJA.
Da a entender que las opiniones y los juicios se extienden inmediatamente y que no hay forma de detener una injuria o un chisme. Por tanto el refranero recomienda prudencia en nuestras palabras y sensatez en nuestras valoraciones, en especial, si pueden ofender o menospreciar la fama de otras personas.

  
  PARA MALAS LENGUAS, BUENAS SON TIJERAS.
Recomienda no tener trato con murmuradores y envidiosos. Y en otro sentido aconseja pagar con la misma moneda las habladurías de un criticón.

  
♚  QUIEN SE PICA, AJOS COME.
El refranero en este caso se desentiende de las consecuencias perjudiciales que para otros pueda tener nuestro propio bienestar. Se aconseja actuar firmemente de acuerdo a nuestras convicciones sin tener en cuenta la opinión o las quejas de los demás.

  
  QUIEN MAL DICE, PEOR OYE.
Asegura este refrán que las personas murmuradoras se encontrarán con la horma de su zapato, porque alguien habrá que chismorree sobre ellas algún día. A este tipo de gentes se les llama “zoilos”, en recuerdo de un personaje griego llamado Zoilo, filósofo sofista y crítico implacable, a quien se le ocurrió criticar a Homero, a Platón y Sócrates, cuyos valores iban más allá del pobre ingenio del crítico. Este hecho confirma que los que tienen como oficio denostar a los demás terminan siendo despreciados: hoy nadie recuerda a Zoilo, mientras que Homero, Platón y Sócrates son considerados entre los hombres más sabios de la humanidad. Si Zoilo viviera, le tocaría contemplar cómo su nombre significa “crítico, presumido, y, maligno murmurador de obras ajenas”.

  
  ¿QUIÉN ES TU ENEMIGO? EL DE TU OFICIO
Este refrán contradice la creencia común en el apoyo mutuo entre profesionales del mismo sector. El saber popular sugiere que la envidia o la avaricia pueden dar lugar a enfrentamientos continuos entre gentes del mismo gremio. El sastre envidia y odia al sastre vecino que le quita la clientela; el frutero siente lo mismo por su competidor, y así en todos los oficios.

  
♚  VISITAR Y OLER, UNA MISMA COSA SUELE SER.
El refranero reniega, en general, de las visitas: las considera inoportunas, molestas y costosas. Pues el principal motivo de las visitas es averiguar el estado de las cosas en un hogar. Los visitantes examinan el mobiliario y la decoración, examinan la organización doméstica, prueban la comida y calibran las relaciones íntimas de los dueños. Para evitar todo esto, lo mejor es excusarse de recibir visitas.

  
♚  CADA UNO HABLA EN LA FERIA, SEGÚN LE VA EN ELLA.
Se sugiere no tener en cuenta las opiniones de la gente respecto a un negocio o a otro asunto. Porque cada individuo valora de modo distinto los hechos y su criterio se basa en los beneficios obtenidos o las pérdidas; además la opinión de las personas se funda en la alegría o los pesares que les han causado. Debemos desconfiar de valoraciones poco objetivas.


  ♚  ANDE YO CALIENTE, RÍASE LA GENTE.
Con este refrán se da a entender la poca importancia que se le da a los comentarios o habladurías de la gente, en especial, cuando se tiene una buena posición o se realizan trabajos que a uno le interesan. Recomienda actuar conforme a las ideas personales sin tener en cuenta la opinión ajena. Este refrán fue popularizado por el escritor español Luis de Góngora (1560-1627) en una letrilla que decía así. Ándeme yo caliente y ríase la gente. traten otros del gobierno del mundo y sus monarquías, mientras gobiernan mis días mantequillas y pan tierno, y las mañanas de invierno, naranjada y aguardiente, y ríase la gente.